viernes, 6 de noviembre de 2020

Puto

El puto es una comida típica de Filipinas, que consistente en un pastel de arroz cocido al vapor. Es similar a un muffin y se come como postre, aunque también es usual en los desayunos.
Existen varias recetas para preparar puto, que varían según el tipo de arroz utilizado y el método de preparación.
En su forma tradicional, el puto es de color blanco y de textura lisa. Al agregarle otros ingredientes comunes en la gastronomía filipina, como el ñame púrpura (llamado ube) o el pandan (Pandanus amaryllifolius), cambia ligeramente el color y el sabor.
En casi todas sus variantes, se le agrega leche de coco. Sabe a arroz ligeramente dulce, excepto cuando se le agrega vainilla. En este caso, el plato resulta mucho más dulce.

DIFERENTES TIPOS DE PUTO
  • El puto Bumbong se prepara con una variedad de arroz glutinoso llamado Pirurutong, que tiene un ligero color púrpura. Se moja con agua salada, se lo deja secar durante un día y se lo vierte en unos tubos de bambú (bumbong). Luego se pone al vapor hasta que esté cocido. Se sirve cubierto con manteca o margarina y con coco rallado mezclado con azúcar. 
  • El puto Lanson, muy común en la provincia de Iloílo, se hace con yuca rallada y es espumoso cuando se cocina. El Puto Mamon, en cambio, no lleva arroz. Combina yema de huevo, sal y azúcar, a los que se añade una parte de leche, una de agua y otra de harina. Se agrega clara de huevo y se vierte el contenido en moldes, que son llevados al vapor por 15 o 20 minutos. 
  • Puto Manapla es una variante que se cocina con hojas de plátano, para darle otro sabor. El Maya se hace con arroz glutinoso empapado en agua, que se cuela y se vierte en una vaporera durante unos 30 minutos. Se le agrega leche de coco, sal, azúcar y jugo de jengibre. 
  • El Puto-Pao es una mezcla de panecillo relleno (siopao) y puto. Se prepara de acuerdo a la receta  tradicional y se coloca en panecillos.
  • Puto Seko. Es el más diferente a los anteriores. Se realiza en una masa crujiente y se corta luego en pequeños trozos, a modo de snack.
Ingredientes
  • 4 tazas de harina de arroz
  • 2 tazas de azúcar
  • 2½ cucharadas de polvo de hornear
  • 2 tazas de leche de coco
  • 2½ tazas de agua
  • 1/2 taza de mantequilla derretida
  • 1 huevo
  • Queso para poner encima
  • Colorantes para alimentos (opcional)
  • 1 cucharada de tapioca (opcional)

Preparacion:
  1. Tamiza los ingredientes secos juntos. Tamizar la harina de arroz, la azúcar y el polvo de hornear ayudará a integrar los ingredientes secos, a airearlos y a eliminar los grumos. Solo échalos a un tazón que tenga un tamiz encima, pasa un tenedor a lo largo del tamiz mientras caen los ingredientes, lo que les permitirá tamizarse más fácilmente. Mezcla bien los ingredientes hasta que estén bien incorporados.
  2. Si no tienes harina de arroz, puedes usar harina común, aunque será menos tradicional que si usaras la harina de arroz.
  3. Si tienes muchas ganas de hacer la receta original, combina la harina de arroz con agua en un tazón, cúbrelo y déjalo reposar a temperatura ambiente toda la noche. Si quieres hacerlo, deberás combinar 1/2 kilo (16 oz) de harina de arroz con 1½ tazas de agua.
  4. Agrega la mantequilla, la leche de coco, el huevo, el agua y mezcla todo muy bien. Con una cuchara de palo, un batidor de mano o una batidora eléctrica, mezcla los ingredientes hasta que estén bien integrados. Si no tienes leche de coco, puedes usar la mitad de leche evaporada o leche fresca, pero ten presente que no le dará a este pastel filipino su distintivo sabor tradicional.
  5. Si quieres que su textura sea un poco más gelatinosa, agrégale 1 cucharada de tapioca a toda la receta.
  6. Si bien el colorante para alimentos no es necesario, le aportará mucho más color. Algunos colores habituales para este pastel son el verde limón, el amarillo o el púrpura. Si quieres crear muchísimos colores, puedes dividir la tanda en 4 partes y poner 1 a 2 gotas de colores distintos en tres de ellas; podrás dejar la 4ta parte sin colorante para que tenga un lindo color blanco de contraste.
  7. Echa la masa en moldes individuales o de cupcake pequeños. Si no vas a ponerles pirotines de cupcake, enmantequilla los moldes para que la masa no se pegue. Deberás llenar los moldes hasta el borde o un poco debajo. Los pastelitos se expandirán durante la cocción, así que deberás dejarles espacio para que crezcan. Algunos incluso recomiendan solo llenar ¾ de los moldes.
  8. Pon el queso encima de la masa. Corta el queso en cuadraditos del tamaño de una moneda pequeña. Si vas a usar queso regular, deberás ponerlo en el molde antes de empezar a cocerlo al vapor. Sin embargo, si vas a usar un queso de derretido rápido, tendrás que poner los cuadraditos al final de la cocción a vapor, antes de que queden 2 minutos. Eso es lo único que necesitarás para que se derritan.
  9. Prepara la vaporera. Asegúrate de tener la cantidad necesaria de agua en la vaporera y de tenerla lista para cocinar. Podrás forrarla con estopilla para proteger los moldes y usar más de la tela para cubrirla. Si no, pon simplemente la tapa de la vaporera. Puedes empezar a preparar la vaporera mientras mezclas los ingredientes para ahorrar tiempo.
  10. Pon los moldes en la vaporera y cocínalos 20 minutos. Podrás empezar a revisarlos después de los 10 minutos. Cuando les introduzcas un mondadientes y salga limpio, entonces los pasteles estarán listos. Si vas a usar un queso de derretido rápido, solo recuerda reservar los 2 minutos finales para que se cocine.
  11. Saca los pasteles de los moldes. Déjalos enfriar 1 o 2 minutos antes de hacerlo. Cuando estén listos y puedas tocarlos, ordénalos en un plato.
  12. Sírvelos.